Por arte te magia…
Ni el genio de la lámpara sería capaz de concederte tres deseos tan útiles como el genio de la tecnología. Reconócelo ya nadie desea salud, dinero y amor, aunque sean los tres deseos más primarios todavía vigentes. ¿Queremos amor?… frotas tu app de «tinder» y ahí tienes un completo escaparate de hombres y mujeres que cumplirán rápidamente todos tus deseos -le llamamos amor, cuando en realidad es sexo; puro sexo tecnológico. ¡¡Pero funciona!!. Vale, éste es un ejemplo un tanto banal y simplón, pero ya hemos conseguido que quieras seguir leyendo este post hasta el final. Ahora estarás pensando cómo la tecnología nos cumple el deseo de la salud. Comer sano y no beber alcohol van a ayudar mucho a tu salud de una forma analógica… pero qué me dices de esa pulsera «todo incluido en big data»… ¡Si!, ¡si!, no mires para otro lado… la llevas en tu muñeca como el 60 % de la población digital.

Otro deseo concedido por la magia de la tecnología: calorías, presión arterial, pulsaciones oxígeno en sangre, distancia recorridas, horas de sueño… todo lo que quieras saber de tu salud en hora punta. Aunque lo de la hora – que también te la enseña- es lo de menos; paradojas de la vida… ahora se ve directamente en el móvil y no en el reloj. Ver la hora en el móvil me recuerda a aquellos curiosos relojes de bolsillo con cadenita… pero en el 2018… sin cadenita… al menos física.

