¡Hola mundo! Amanece el día un poco binario en Deicom, ¿no crees?

¡Si mundo!, esa nube que se ve ahí arriba amenaza tormenta de ideas. El día despierta un tanto tecnológico por aquí en Deicom y creo que una lluvia binaria va a caer en cualquier momento.

No; no estamos locos…es una demencia de los ingenieros de telecomunicaciones ver todo lleno de unos y ceros (10101011010101); nuestro particular lenguaje morse. ¿Te imaginas escribir una carta de amor en código binario sin que pierda ápice de romanticismo? No, sinceramente, no creo que lo imagines, ni lo entiendas… porque básicamente binario se nace y eso no todo el mundo lo entiende… ¿entiendes? Eso es lo que nos diferencia del resto de los normales alfabetoparlantes… otra forma de ver el mundo.

No es un don, pero reconozcámoslo, nos sentimos espaciales cuando somos capaces de programar un picosatélite y enviarlo al espacio. Somos privilegiados por hacer lo que nos gusto y aún así, ser de los pocos mortales con esa especial visión de un mundo paralelo y fascinante llamado TECNOLOGÍA.

Dicen que la tecnología dominará el mundo, pero… ¿y quién domina la tecnología que dominará el mundo? …. (vaya, me acabo de retorcer la lengua con este trabalenguas… ya os dije antes que nosotros, los binarios,  dominamos otro tipo de lenguaje menos humano y más fantástico). En fin, no se puede ser bueno en todo (todavía sigo intentando montar la estantería wöcderstf de Ikea con la llave allen… que no hay algoritmo del carajo que te saque del error 404 que impide que cargue equilibradamente con el peso de los libros… ) Menos mal que en Deicom tenemos nuestra particular llave universal: Gaby… (aunque a nosotros nos gusta llamarlo el Master of freak). Porque si, ser tecnológico mola… pero reconozcámoslo, se nos nota el frikismo a leguas… Y es que…

Humm!!…

Ehhh!!…. empiezan a caer gotones de unos y ceros… ¡¡y yo con estos pelos!! Ya dije que el día amenazaba tormenta en la oficina. Es lo que tiene trabajar en la nube, que en cualquier momento llueven nuevas ideas.

Otro día os cuento un poco más de esta república independiente llamada Deicom.

Bienvenidos a nuestra casa… ¡mundo!

 

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